Testimonios de Fe y amor
Testimonio: En octubre del años 2012, yo cumplia veintiun años de haber tenido mi primer encuentro personal con el Señor Jesucristo. me preparaba como de costumbre para la eucaristía, para la acción de gracias. por esos días visite al cardiólogo, pues me sentía completamente delicado. se me presento un apretamiento de pecho y fui internado: parte de mis arterias al corazón estaban obstruidas. mi presión estaba tan descontrolad que me llevaron a la sala de cuidados intensivos. luego me refirieron a realizarme un cateterismo. el mismo arrojo que había mas arterias con problemas de las los médicos suponían. me recomendaron irme a casa a cumplir con un tratamiento de medicina y someterme a una dieta rigurosa. estaba muy delicado, pues a pesar de los medicamentos, las arritmias cardiacas continuaban y no podía conciliar bien el sueño. visitaba al cardiólogo semanalmente. en una ocasión le pregunte si podría volver a trabajar, y me dijo que no, a causa de la debilidad de mi corazón. nunca me deprimi, pues estaba seguro de que el Señor Jesús estaba en control de todo lo que estaba sucediendo en mi vida. me mantuve activo en las reuniones de mi comunidad, en san pedro de macoris. asistia a la iglesia todos los domingos y varios días a la semana. en hato mayor hemos vivido por mas de diez años, pues es mi sitio de trabajo. nos congregamos en la iglesia regularmente asistimos al santo rosario de los jueves, que es muy concurrido. estoy seguro de que la virgen de la Altagracia intercedio por mi a través de las oraciones de las hermanas. cuando comenzaron los retiros de adviento, ni mi esposa ni yo pudimos integrarnos. tampoco participamos en los actos penitenciales de fin de años. y eso me preocupaba. el 28 de diciembre, nua hermana de comunidad vino a mi casa para orar por mi. me dijo: usted no tiene paz en su corazón. pídasela al Señor. en la noche me desperté a eso de la 1:00 a.m.estaba un poco nervioso. mi esposa dormia. ore de la siguiente manera: Señor, tu sabes que yo no tenia fe antes de conocerte. tu trajiste la fe a mi vida, cuando tuviste compasión de mi y me saliste al encuentro. por eso creo y confio en ti. y esta enfermedad, tu la sabes, la he vivido con entusiasmo porque se que tu tienes el control de ella. te pido que me traigas la paz a mi corazón. al instante me vino a la memoria el padre vicente, que es el parraco de la iglesia las mercedes, de hato mayor. a esa hora desperté a mi esposa. para que al amanecer me localizara el teléfono del referido sacerdote. lo conseguimos y nos recibió muy amablemente en su casa. me confese y también mi esposa. cuando nos despedíamos, yo era otro hombre. había comenzado el periodo de recuperación. el espíritu santo estaba haciendo la obra. me sentía tan bien, que dure aproximadamente dos meses sin ir al cardiólogo. cuando me examino, me dijo: tu presión esta como la de un niño y tu electro cardiograma no podía estar mejor el medico estaba sorprendido con mi recuperación. me dijo: puedes integrarte a tu trabajo. doy fe y testimonio de que Jesús sana y salva a través del sacramento de la reconciliación. Agosto. 20,14.
Testimonios: Tengo 76 años y cinco hijas. desde niña he llevado una vida de fe y de oración activa. a partir del nacimiento de mi ultima hija, denise, yo tenia un pequeño quiste en un seno. después de treinta años, en diciembre pasado, ese quiste se infecto y boto sangre. me hice la biopsia en enero y el resultado fue un carcionoma papilar de bajo grado y papiloma intraductal. recomendaron realizar una cirugía para extraerlo. la misma se pauto para el 3o de abrir. durante estos meses oraba todos los días y me abandonaba a la voluntad del Señor con la oración del beato carlos de foucauld, que dice: padre en tu s manos me pongo, haz de mi lo que quieras... llego la fecha de la operación. me levante muy temprano. a las 6:oo de la mañana ya estaba en la clínica esperando al doctor. que sorpresa de amor y misericordioso me tenia el padre Dios esa mañana. llego el momento y me entraron a la sala de cirugía para prepararme. el doctor me dijo que me iba a revisar antes de la cirugía. luego dijo: pero aquí no hay nada que operar llamo a mis hijas que esperaban afuera para que vieran que no había nada. que alegría y sorpresa sentimos todas por ese regalo de amor de Dios. que grande eres, mi Dios. te doy gracias mientras viva. bendito y alabado seas por siempre. Amen. julio, 20,14.
FE Y AMOR